A él le gustan las curvas
Yo a los hombres es que no los entiendo, la verdad.
Resulta que, en mis múltiples observaciones de la naturaleza masculina humana, tengo observado que los hombres tienen cierta tendencia a contradecirse en el asunto de las mujeres, que hay que ver el lío que se hacen con las propias y las ajenas, que yo creo que a lo mejor es que necesitan gafas bifocales, que es que ven de una manera a las de cerca y de otra las que tienen lejos, y que eso debe ser de la vista, digo yo, porque si no es que no se entiende.
Por ejemplo, imagina que tu te has encasquetado tres kilos de buñuelos, pestiños y bombones variados ¿no? y va y ellos se te sitúan sin ningún miramiento directamente en las curvas peligrosas, entonces tú va y dices:
-¡Madre mía! ¡es que me he puesto como una vaca!Tengo que hacer régimen y perder tres kilos por lo menos!
A lo que el señor que vive contigo contesta sin que nadie le pregunte:
-¡Que vá tonta!... no te preocupes ¡sí estás estupenda! A mí me gustas así, con carne para agarrar- Mientras te pone directamente las manos en los michelines.
Y una enternecida ante tamaña muestra de amor piensa:
-"Jó, que bien, hay que ver cuanto me quiere, él siempre me ve bien"
Que os juro que yo al principio me lo creía, que hasta me daban ganas de llorar de la emoción, que una es tonta y tiene cierta tendencia a pensar que le dicen las cosas así, de verdad.
Pero pesar de todo tú te pones a régimen porque con las lorzas que te han salido a la altura del ombligo no te caben los Pepe,s Jeans nuevos y valen un pastón, y tampoco es cuestión de tirar el dinero tontamente, y vas y pierdes los tres kilos.
Y entonces el señor que vive contigo te dice:
-Oye, que a ver si engordas un poco, que te estás quedando escuchimizada, que a mí las mujeres me gustan con muchas curvas, que para eso me agarro a una escoba que el efecto es el mismo.
Y tú, como sigues estando tonta, también te lo crees, y piensas- "Pues bueno, pues que bien" y te pones ciega de Kit- kats, almendras garrapiñadas y helado de turrón con pasas, ahora ya sin ningún remordimiento, y vuelves a engordar los tres kilos, y medio más para ir sobrada, que una es muy generosa y si es por amor engorda lo que haga falta.
Pero en eso que empiezas a ver cosas que te hacen dudar, que estais viendo la tele y va y salen unas criaturas que pesan sobre 20 kilos, bailan medio despechugadas y llevan unas falditas cortas que casi enseñan la partida de nacimiento- que digo yo que serán falditas porque cinturones anchos, así sin nada debajo, no creo que sean-, que yo no sé como su madre las deja salir así de casa. Y entonces miras al señor que vive contigo y te dices
-"No, lo de la baba que se le cae, será ya cosa de la edad, porque a él no le gustan tan delgadas, que va."
Pero al día siguiente sale en la tele Valeria Maza y el señor que vive contigo dice
-¡Buena tá la tía!
-¿Buena?- preguntas tú incrédula?- ¿como que buena? ¿pero no decías que a tí te gustaban con muchas curvas "?
-Pues eso ¿no la ves?
-No, si yo la veo. La veo y no lo creo... A ver si nos aclaramos guapo, porque ésta mide 20 centímetros más que yo y pesa 10 kilos menos, vamos, es que entra en mi consulta y sale con diágnóstico de anorexia- le digo yo cabreada
-¡Envidia, eso es lo que tienes tú!- me contesta.
Y oye, que lo dice y se queda tan tranquilo.
Que a veces pienso que lo tengo que llevar al médico porque para mí que el pobre tiene un Trastorno de Percepción de la Imagen Corporal y por eso le pasa, que no se aclara.
Lo que aún no sé es si la imagen que tiene distorsionada es la mía o la de las anoréxicas despechugadas y con falda por la ingle, pero tenerla distorsionada la tiene, fijo.
O eso o es que yo no entiendo a los hombres.