jueves, junio 02, 2005

La dorada mediocridad

A todo se acostumbra una, pero la verdad es que a mí acostumbrarme a esto de ser del montón me ha costado mucho.

Porque yo, de pequeña, es que estaba totalmente convencida de que algún día iba a llegar a ser alguien. Alguien importante, quiero decir. No uno de esos alguienes que una se cruza todos los días por la calle y no sabes ni como se llaman, sino alguien con nombre y apellidos, de esos que la gente cuando lo ve , dice:

-¡Jó como me gustaría ser como el/ella!

¡Anda que de visionaria yo desde luego no me hubiera ganado la vida!

El caso es que yo me miraba en el espejo y me decía - cris, tu algún día serás alguien...

Y lo malo del caso es que estaba convencida, oye.Y tú no sabes cuando a mí se mete una idea en al cabeza lo que me cuesta luego quitármela de encima.

La cosa, en aquellos momentos, básicamente oscilaba entre ganar el Pulitzer, ser la Pavlova o, en su defecto la madreTeresa de Calcuta.

Lo de ser la Pavlova lo tuve que descartar pronto, y esoa que tenía posibilidades, es decir, bailaba ballet y tenía un tutú, pero es que además de que no ser rusa- todo el mundo sabía para ser bailarina tenías que ser rusa- mi profesora de ballet tuvo la feliz idea de quedarse embarazada.
Y como bailar ballet con un tutú y un embarazo de siete meses no estaba bien visto en aquel entonces, acabó dejando de dar la clases y yo colgué mis zapatillas. Y con ello el mundo se perdió la mejor bailarina de ballet todos los siglos.

La segunda tentativa fue ser la madre Teresa de Calcuta, pero reconozco que para eso, ya de entrada, había muchos inconvenientes.

Lo primero que a mí lo de evangelizar negritos me daba como grima, porque ya en aquella época pensaba yo que allá cada cual con sus creencias, y que a mí las monjas que no me liaran.

Luego estaba lo de la huchita famosa, que a mí me tenían traumatizada cada vez que me daban la hucha para "pedir para los negritos"- que por cierto era una incoherencia total porque la hucha que te daban igual era un negrito que un chinito que un blanquito, y a ver con que cara ibas tú con el chino en la mano y pidiendo "para los negritos"- ahora que lo del indio era lo peor, que yo veía aquella cabeza del indio con las plumas y me moría directamente de vergüenza, que ni pedía por la calle ni nada..

Así que yo lo que hacía era un recorrido familiar y lo que buenamente metían, eso es lo que había ¿que sólo se podía evangelizar un negrito? ahhhh, se siente...
Claro que, luego, cuando se contaba el dinero en clase, mi hucha era algo así como la homeless de las huchas y las monjan me pegaban unas miradas de " por tu culpa siete negritos van a a ir directos al infierno" que todavía tengo pesadillas.

Y, además, la única forma de ser "misionera-madre Teresa de Calcuta" era metiéndote monja y eso me daba aún más grima que lo de la hucha y la evangelización, que a mí me gustaban más los chicos y los tacones que a un tonto un caramelo.

Más tarde intenté lo del Pulitzer pero, pese a mis esfuerzos, a lo máximo que a lo que conseguí llegar fue a ser finalista en un concurso de redaccion de Coca cola, que el primer premio me lo robó Mari Carmen C, que escribía peor que yo y tenía menos imaginacion que los anuncios de detergente para lavadoras, pero era una enchufada de las monjas que se pasaba el día en su despacho y había escrito una redacción sobre "Santa Teresita de Jesus amiga de los niños"

Pese a eso no me desanimé y seguí perfeccionando la idea de llegar a ser Alguien.

¡El periodismo! eso era, ahí estaba mi futuro, ya verían, ya, lo que es un cordobés navegar... no iba a ser nadie yo como periodista, ni la Fallaci, ni el Woodward, ni nadie... Yo la única, The Best...
Sólo hubo un pequeño fallo en el plan: yo no era periodista, es más, de hecho para serlo había que estudiar periodismo y, como es obvio, no estudié periodismo.

Así que, siendo realista, como la condición sine quanon para llegar a ser Alguien era destacar en algo, me puse a analizar mis habilidades... Veamos, que no cunda el pánico, seguro que tengo algo para ser Alguien, pensemos... ¿a ver en que soy realmente buena yo?......en esto no...en esto no...en esto tampoco...en esto tampoco...Joé...esto se pone mal...

Y es que, hay que jorobarse, medianilla una es en casi todo, que como dicen por aquí yo soy "una mujer para un pobre", que igual te arreglo un enchufe que te hago la declaración de la renta, doy el pego que no veas, que a mi me pones a hacer algo y enseguida aprendo lo suficiente como para que parezca que estoy enterada.

Pero buena, lo que se dice buena de verdad, buena como para llegar a ser Alguien...en nada oye, que parece que no, pero es una frustración del carajo, con lo que me hubiera gustado a mí destacar en algo, que yo veo que alguien tiene una habilidad y me entra envidia pero de la insana.

No creais, no, que yo soy muy cabezota y seguía con la misma idea hasta hace poco.

Ahora me he hecho seguidora de Séneca- "Es de gran ánimo despreciar las cosas grandes y preferir lo mediano a lo excesivo" - y de los clásicos, que afirmaban que lo mejor es la "aurea mediócritas"- la dorada mediocridad, el valor de lo que está en el medio, osea yo.

Y es que frustrada, lo que se dice frustrada, por no haber llegado a ser Alguien sigo igual de frustrada, pero oye, con esto del latín y los clásicos, le dá una pátina de cultura al asunto que, no sé, como que ya no me parece lo mismo.


pd/ de todas formas si a Alguien le sobran cinco minutillos de fama que me los pase sin problemas, plis.

martes, mayo 31, 2005

"Envejecer dignamente"

Estaba yo el otro día, en un acto de masoquismo total, viendo la televisión tan tranquilamente, sin molestar a nadie, cuando la presentadora va y suelta la fátidica frasecita que últimamente se está poniendo de moda y que a mí me tiene atacada de los nervios.

Presentadora de televisión entrevistando a una señora con traje de chaqueta clásico, muchas joyas, gesto duro y múltiples arrugas:

- "Resulta muy agradable ver que hay personas como usted que saben "envejecer dignamente"

Ya estamos- pensé- comienza otra ofensiva, resulta que ahora lo que se impone es "envejecer dignamente".

Porque no creais que eso fue una frase que la chica dijo así sin pensar, no, de eso nada, que le voy siguiendo la pista desde hace mucho yo a la frasecita de marras, que ultimamente no hacen más que repetirla en todas partes, y que eso no puede ser casualidad, que algo buscan.

Y no os fieis, que así empiezan los lavados de cerebro:" envejezca usted dignamenteeeee... envejezca usted dignamenteee....." y cuando menos te lo esperas ¡zas! ahí estás tu vestida de abuelita/o, jugando al mus y envejeciendo dignamente mientras los demás se la pasan disfrutando de la vida. Pues no.

Que no hay derecho, que primero nos bombardean con lo de que lo que mola es que no se te noten los años y te mantengas joven y ahora resulta que lo que tienes que hacer es "saber envejecer dignamente"- ¡hay que jorobarse!

Pero vale, démosles un voto de confianza, y RAE en mano y analicemos la frase sin acritud:

Envejecer: 1/ hacerse vieja una persona o cosa (vale, eso lo entiendo, aunque sólo sea por experiencia, pero lo entiendo)

Dignidad: 3/ gravedad y decoro en la manera de comportarse (¿ gravedad y decoro en la manera de comportarse? AGGGGGG que horror...la inquisición ha vueltoooo)

¿Lo veis?...lo que yo os decía. Pues mira, si es eso, a mí no me dá la gana tener decoro en la forma de comportarme mientras "envejezco", que es que me veo yo a mí misma enfundada en un traje de chaqueta gris oscuro, con un moño, tomando té a sorbitos y "comportándome con decoro" y es que se me sube la bilis a la boca

Que si hay algo que yo envidio es a esas abuelitas americanas que tienen el sentido del ridículo en la punta del pie, y se visten con trajes chillones de flores azules y rosas, montan en moto, se van de vacaciones con un sombrerito de lona, disfrutan como locas y les importa un rábano lo que piensen los demás.

Y desde luego yo seré una asocial, pero es que me niego, conmigo que no cuenten, porque ya de entrada tener que envejecer a mí me sienta fatal, que si hay que envejecer se envejece, que no es que yo quiera ir a contracorriente, que pienso que siempre es mejor envejecer que no hacerlo, que entonces es que estás muerto y eso aún me gusta menos.
Yo como mucho envejezco "resignadamente", que me parece mucho más normal y es a lo máximo a lo que yo soy capaz de llegar.

Pero si hay que envejecer yo quiero hacerlo como a mí me dé la gana, y cabrearme porque pasan los años y me salen arrugas y celulitis, y se me caen las tetas, y porque tengo aún muchas cosas que hacer, y porque yo quiero poder perder la dignidad y el decoro y vestirme de hippie si me da la gana y hacer puenting cuando me lo pida el cuerpo, que una también tiene derecho al pataleo.

Y si no les gusta que se compren un mono.

Cualquier cosa antes que aceptar "envejecer dignamente", que te lo dicen así porque queda más mono, pero en realidad significa "ya que la evidencia es la evidencia, al menos disimula y manten la compostura, que no se te note que te sienta como una patada en el higado", que a mí eso me parece contranatura y una aún es coherente consigo misma y con la evolución de la especie, y lo del evolución de la especie va de supervivencia, no dice nada de ponerse contento porque uno se hace viejo

Y una no se ha pasado la vida reivindicando el derecho de cada cual a vivir como le dé la gana como para que ahora vengan unos desaprensivos y le digan como tiene que envejecer, faltaría más.

Y que, además, eso de comportarse con decoro es una chorrada y que a ver quien decide lo que es decoro y lo que no, y que la gente tienen derecho a viajar a Katmandú, a hacer Meditación Transcendental, a tirarse en paracaidas si le apetece, o a teñirse el pelo de verde fosforescente si le dá la gana, que una no entiende porque eso está bien para uno de 20 años pero no para uno de 80, que eso de "no tiene edad" es una chorrada, y que si lo de envejecer estuviera tan guay no sé yo a que viene tanta investigación para evitar el envejecimiento celular.

Digo yo...

domingo, mayo 29, 2005

La pregunta del domingo (13)

Si se supone que en España los hombres y las mujeres somos iguales ante la ley

Y esa ley es igual para hombres y mujeres, que hipotéticamente ante ella somos iguales aunque luego veamos que sí pero que no siempre

Y si la ley nos obliga a tener un papelito que diga que sabemos conducir, tanto a hombres como mujeres

Y si para obtener ese papelito tanto hombres como mujeres tienen que pasar un examen,
además de pagar un riñon y medio del otro, que dicen con medio se puede vivir aunque mal

Y si dicho examen es el mismo para hombres que para mujeres, osea que no es que a ellas les pregunten la receta del pollo al chilindron y a ellos cual es el delantero centro del Real Madrid sino que les preguntan lo mismo a los dos.

Y si tenemos en cuenta que los coches no hacen distinciones entre los que los conducen, que les dá igual que sea hombre que mujer, que ellos se limitan a obedecer

Y si, estadísticamente está demostrado que los hombres tienen más accidentes de tráfico que las mujeres, que eso lo dicen las aseguradoras y ellas de eso entienden

Y si, además, todo el mundo supone que las mujeres somos tontas y no sabemos interpretar un mapa



Entonces, alguien puede decirme.

¿POR QUÉ CUANDO UNA PAREJA VA EN COCHE SIEMPRE CONDUCE EL HOMBRE?
(aunque el coche sea el de ella)


¿O soy la única que no le encuentra sentido?