sábado, febrero 17, 2007

Mala Suerte.

Lo mío es que es mala suerte. Castigo divino, creo yo que es.

Mira que hay hijas e hijos en el mundo
, eh? Pues me tenía que tocar a mí.
Que una ya lleva muchos años en esto de ser madre y está acostumbrada a todo, pero esto es que es muy fuerte.

Porque una se ha pasado la vida saltando entre zapatillas de deporte y montañas de ropa sucia esparcida por el suelo de la habitación de sus hijos adolescentes, y no se quejaba, oye.

Bueno, sí, me quejaba pero lo normal. Lo imprescindible para montarles un pollo y que recogieran.

Cómo mucho, cabrearme y hacer que pusieran ellos su lavadora de ropa cuando ya no les quedaba ni unos calcetines. Nada nuevo, la queja de todo/as los padres/madres del mundo. Pero es que esto es demasiado....

Ahora que mis adolescentes han crecido y se han evaporado de casa, viene mi hija y resulta...¡¡¡¡ QUE ES ORDENADA!!!

- ¡¡ Huy, que bien!! ¡Que suerte!- pensareis los padres/madres de hijos desordenados.

¡Já! Vosotros no sabeis lo que es eso. Que una estaba ya mentalizada de que el desorden entraba dentro del contrato existencial entre madre y adolescente, y lo asumía. Pero vosotros no sabeis lo que es andar todo el día con miedo metido en el cuerpo por si te has dejado algo fuera de sitio. Algo así como, en vez de una hija, tener a tu madre todo el día en el cogote:

- Mamá, que te has dejado la chaqueta y el bolso en la entrada.
- Mamá, las toallas que recogiste llevan dos días en la silla de la cocina.
-Mamá, he encontrado tus gafas dentro de la nevera...

-¿Bueno y qué?... -saltas al final- A mí me gustan frías. A tí te gusta la gelatina de fresa y a mí las gafas frescas ¿¿ pasa algo??... ¡¡¡ Joér con la niña!!

Pero lo malo no es cuando te persigue cual Pepito Grillo, no, lo malo es cuando pasa a la acción y se pone a ordenar por su cuenta.

-Crisssssssssssssss!! ¿Has visto la carpeta del Convenio Colectivo que he traido del trabajo?- pregunta el señor que vive legalmente conmigo
- Tercer estante a la izquierda...-contesta mi hija desde el sofá.
-Crisssssssssssssss!!...¿Has cogido tú el pen drive y la cartera que dejé sobre la chimenea?
-Primer cajón mesilla del dormitorio fondo derecha...-vuelve a decir mi ordenada hija y sigue mirando la tele.

Pero el otro día se pasó.
Mi mesa de trabajo viene a ser cual territorio iraquí tras el paso de Bush: un auténtico caos.
Pero lo mío ... ¿como os lo explicaria yo?...lo mío es un caos organizado, un desorden ordenado que diría mi madre,
me mueven un papel y ya no encuentro nada.

El caso es que yo iba a estar fuera unas horas y mi hija se quedaba en casa.
Y , conociéndola como la conozco, antes de salir dejé una nota sobre la mesa que ponía: "NO TOCAR".

Cuando volví me encontré, ¡Oh milagro!, la nota sin tocar sobre la mesa.Y el resto....había desaparecido.

Ni un papel, ni una factura, ni una carpeta abierta por "Proveedores", ni un teléfono apuntadito en un trozo de servilleta de bar, ni el bolígrafo abierto...nada. Sólo una mesa límpia cómo una patena y una solitaria nota que ponía "NO TOCAR".

-¡¡¡¡¡¡¿¿¿¿¿¿PERO QUE C*** HA PASADO AQUÍ???????!!!!!! ...¿¿¿NO SABES LEER O QUÉ??...¿¿¿NO HABÍA DEJADO UNA NOTA QUE PONÍA "NO TOCAR" ?????

- Y no la he tocado- respondió cándida mi hija- Te he ordenado todo lo demás, pero la nota no la he tocado. Está en el mismo sitio.

¿Es para matarla o no es para matarla?

¡Dios mío cómo echo de menos a mis adolescentes con su desorden y sus montañas de ropa sucia! Tan normalitos ellos....