El paso del tiempo

No, si yo ya sé que a todo el mundo nos cuesta aceptar el paso de los años, pero es que yo estoy segura de que el señor que vive conmigo está convencido de que él es Dorian Gray.
Osea que los que envejecen son los demás, no él.

Y es que desde hace un tiempo me estoy dando cuenta de que el señor que vive conmigo se me está haciendo mayor - sí, ya se que yo también me hago mayor, pero no hablamos de mí ¿vale?-

Pero el problema no es que se haga mayor, cosa muy lógica y saludable por otra parte, que a mí no es que me importen 3 arrugas más o 7 pelos menos, que a mí un Goerge Clooney cualquiera me encantaría, no digo yo que no, pero que ya que no puede ser, pues no le pongo pegas al "señor que vive conmigo" , que después de todo él es el que me aguanta todos los días y eso tiene su mérito, reconozcámoslo.

Lo que ocurre es que él está en esas de que no quiere darse cuenta de que el tiempo pasa...pero para todos.
Y a mí me da la risa.

-Jó cris, mira aquel que va por allá- me dice el señor que vive conmigo, y yo miro.
-¿Cúal?
-Aquel, el del jersey azul.....¡madre mía!...que mayor está...¡pero si éramos compañeros de clase y ahora está hecho un viejo!...
Yo lo miro a él, miro al señor del jersey azul, hago un análisis comparativo y digo:
-Hombre...no está tan viejo, yo le veo de acuerdo con la edad que tiene...Más o menos está como tú... - antes de acabar de decirlo ya me he arrepentido.
-¿Que está como yo?...venga vamos...¿Y tú? ¿cómo estás tú?- me dice muy ofendido-¿te has mirado tú al espejo, guapa?... Es que hay que ver, que siempre vas en contra mía...
Creo que hoy no va a ser un buen día...

Aunque reconozco que de vez en cuando tiene un atisbo de contacto con la realidad:

-Mira cris...¡Pedazo de tía viene por allá!....que tipazo...menudas piernas.....

El "pedazo de tía" se acerca por la misma acera acompañada de una señora de mediana edad
-Hola...¡que alegría encontrarte!...cuanto tiempo sin vernos- saluda la "señora de mediana" edad al llegar junto a nosotros.
-Hombre Ana...¿que tal te va?
-¿Te acuerdas de Elena?- le pregunta la señora de mediana edad señalando al "pedazo de tía"
-No, no la conozco... si la conociera SEGURO que no la hubiera olvidado...-le dice con mirada libidinosa. Ay señor... lo que le gusta a éste hombre un tonteo.
-¿Cómo que no la conoces?...¡pues no la has cogido tú veces en brazos cuando era pequeña...¡pero si hasta le has cambiado los pañales!¡es mi hija Elena!

Oye, que yo no sé si es cuestión de práctica pero hay que ver la facilidad del señor que vive conmigo para pasar del amarillo lujuria al rojo amapola en una milésima de segundo,que creo que si diese clases se forraba.

-Dios mío que mayor me hago,cris - me dice preocupado cuando nos alejamos - ¡que horror!...que es que ya no son las MADRES las que me gustan,que ahora lo que me gustan son ya las HIJAS de mis amigas

Pero es sólo un atisbo de sensatez, no creais eh. Le dura poco.

Viendo la tele. Sale un grupo de música " años 70".

-¡Que barbaridad!...- dice el señor que vive conmigo-... como han envejecido...¡si me acuerdo yo de cuando los ví en...! pero mira, mira a fulano...si ya no tiene pelo.....¿y mengano?...¿pero tu has visto lo mayor que está mengano?...
Yo a quién miro es a él, luego miro la foto que tenemos en la estantería y que está él en Tarifa cuando tenía 30 años, con el pelo revuelto y 20 kilos menos, suspiro, y le digo:
-Sin embargo tú eres como el buen vino, mejoras con los años, estás mucho mejor ahora que hace 20.
-¿De verdad?
-¡Donde vas a comparar!
Él sonrie, me da la mano y seguimos viendo la tele.